ENTREVISTA A PEDRO CACERES, PERIODISTA MEDIOAMBIENTAL

¡Seguimos con más entrevistas!
Hace tiempo hice un par de entrevistas: a Pep Comellas, guarda forestal, y a Benjamín Sanz, rastreador profesional de animales salvajes. Las entrevistas fueron de tal éxito que me planteé hacer de vez en cuando alguna más a gente cuyo trabajo esté relacionado con la naturaleza. Las podéis leer aquí y aquí.
Así pues me decidí a hacerle una entrevista a Pedro Cáceres. ¿Quién es, que hace y cuál es su curriculum? Veamos:



                                         Pedro Cáceres en el bosque de Muniellos (Asturias)

Pedro Cáceres Martín, nacido en Plasencia, en 1970, es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y periodista especializado en ciencia y medio ambiente.
Actualmente es director de comunicación de SEO/BirdLife, la ONG científica decana de la conservación de la naturaleza en España, donde coordina la página web, las redes sociales, las diversas revistas de la ONG y la atención a los medios. Anteriormente fue corresponsal ambiental y jefe de sección de Ciencia del diario El Mundo, en cuya redacción trabajó desde 1995. Ha asistido a cumbres internacionales y ha viajado por varios continentes escribiendo sobre medio ambiente, desarrollo humano y sostenibilidad en general.
El trabajo de Pedro Cáceres ha merecido diversas distinciones como el Premio Montero de Burgos al mejor trabajo sobre materia forestal; el Premio Panda de WWF; la mención del Doñana XXI sobre Desarrollo Sostenible; el Premio de la Fundación Biodiversidad sobre cambio climático y el Premio Fecyt 2011 al mejor artículo científico del año.
Ha coordinado diversas obras editoriales. Es coautor de las obras de divulgación La Tierra, manual de uso y Lo lógico de lo ecológico. Su último título es 100 birds to visit Spain, una publicación en inglés destinada a la promoción de España como destino ornitológico internacional.

Ése es Pedro. Como veis, un referente en el tema. De ahí agradecerle que haya tenido un rato para dedicarme y podemos contestar a la entrevista. Vayamos a ella.

-Ecología/Medio ambiente. ¿Es lo mismo?

Buena pregunta esta, porque hay mucho confusión con los términos ambientales. En mi opinión, ecología y medio ambiente no son lo mismo. En realidad, para  ser exactos, ecología sólo debería usarse para referirse a la ciencia que estudia los ecosistemas. Por eso tiene la misma terminación, "–logía", que otras disciplinas, como filología o meteorología. El medio ambiente, por el contrario, se refiere al objeto de estudio de la ecología, es decir, los  ecosistemas, los hábitats, la Tierra, el planeta, el entorno, el ambiente o el medio, como queramos llamarlo. En inglés se dice Environment, con un solo vocablo. Aquí en España hemos inventado esa extrañísima expresión que a mí no me gusta nada y que se llama medio ambiente o medioambiente, todo junto, según recomienda Fundeu. Digo que no me gusta porque es redundante. Bastaría con decir, el medio, o el ambiente, o el entorno. Pero no medio y ambiente, las dos a la vez. Y hablando de confusiones habituales, se suele confundir ecólogo con ecologista, como si ecología o ecologismo fueran lo mismo. Peo como suele decirse, la ecología y el ecologismo tienen que ver lo mismo que la sociología y el socialismo. Lo primero es una ciencia o un campo de estudio. Lo segundo es un movimiento social.


- Cuál es la situación actual de la divulgación medioambiental?

Tiene una mala salud de hierro. Llevo años oyendo que el medio ambiente es el patito feo, que no se le da importancia en los grandes medios, que tiene poco espacio ... Creo que en eso que se llama el “periodismo ambiental’ y en los foros relacionados con esa especialidad se estila un tono plañidero cansino y contraproducente. Tengo que admitir que yo también he pecado de eso. Y no sé por qué. Resulta que he trabajado mucho tiempo en redacciones y no he escuchado tantas quejas de mis compañeros que hacían información sanitaria o que cubrían temas de educación. Naturalmente, tampoco he escuchado al especialista en judo o balonmano estar llorando todo el día en la sección de deportes diciendo que su especialidad nunca tenía sitio en portada. Lo que solía hacer ese colega era intentar sacar un tema que compitiera con los demás y le diera espacio. Y es lo que tenemos que seguir intentando hacer.

- ¿Y qué oportunidades reales hay de hablar de temas de medio ambiente hoy en día?

Bueno, hasta ahora te había hecho una reflexión general sobre el “de dónde venimos”. Mi opinión sobre el presente es sumamente positiva. Creo que nunca ha habido tanta gente interesada en estos temas ni tanta gente escribiendo y divulgando sobre estas cuestiones. En realidad, tiene que ver con lo que está ocurriendo con el ecosistema de la comunicación. Hay una crisis de la prensa, que tiene que ver con la caída del mercado publicitario y por la llegada de internet y la democratización de los medios de difusión. Los grandes medios, las grandes redacciones, han visto derrumbarse su modelo de negocio. Y lógicamente eso está afectándonos a los trabajadores, a los obreros del periodismo, que ya no encontramos esos puestos de trabajo que antes había. Pero al mismo tiempo, lo que está ocurriendo es que internet ha abierto infinitas posibilidades de comunicar. Y además, ha provocado un cambio de paradigma sin precedentes. Durante siglos, los medios de comunicación detentaron el poder de mediar entre las fuentes y el público. Para que algo fuera conocido tenía que pasar por el filtro de los medios. Ahora ya no es así. Gracias a blogs como este y a las redes sociales todo el mundo puede publicar y hacer llegar sus contenidos a audiencias amplias. La información se ha democratizado. Y el medio ambiente, como tantos otros asuntos, se beneficia de ello. Nunca ha habido tantas posibilidades de contar cosas, y con tantos lenguajes como nos ofrecen las nuevas tecnologías. Aunque es verdad que al mismo tiempo, y por los mismo motivos, nunca ha sido tan difícil ganarse la vida comunicando. Sea como sea, el medio ambiente es un asunto fundamental de la agenda pública y lo va a ser más a medida que en los próximos años crezca la población, se reduzcan los recursos y se hagan más evidentes los impactos del calentamiento global. Vamos a leer y vamos a tener que escribir mucho sobre medio ambiente. No son tiempos para quejarse. Es el tiempo de aprender, de escribir y de publicar. La información ambiental está muy sana y tiene mucho futuro.

En el suelo, con su equipo, durante una travesía por el Amazonas

¿Por qué crees que el medio ambiente es el gran tema de la actualidad?

Siempre he pensado que el periodismo o la comunicación son oficios estupendos y que los asuntos de sostenibilidad son una gran especialización, porque es un área que lo abarca todo. En realidad, todo es medio ambiente. Hay una raíz ambiental en buena parte de los asuntos que preocupan a la sociedad. Lo que falla muy a menudo es saber ver esa clave, es dar la interpretación ambiental en cuestiones que muchos consideran sólo sociales o económicas. No ha sido bueno en realidad que el medio ambiente haya sido un compartimento estanco en los medios, porque se ha caído en el riesgo de reducir la información ambiental sólo a las catástrofes ambientales, a las historias de animalitos y a las tradicionales galerías de gatitos y otras monadas propias de zoos que llenan los medios de Internet. Mucho más interesante es darse cuenta de que Economía y Ecología comparten la misma raíz, eco, del griego Oykos, casa, y darse cuenta de que versan sobre lo mismo. La economía es la ciencia que estudia la administración de la casa, y la Ecología es la que estudia su funcionamiento. Esa casa, lógicamente, es el planeta que habitamos. Nuestra casa. Hay una rama de pensamiento a la que últimamente presto mucha atención que es la llamada historia ambiental, que puede adscribirse a la obra de autores como Jared Diamond. Se trata de estudiar la historia humana pero teniendo en cuenta cómo ha influido el medio ambiente sobre las sociedades y cómo han influido las sociedades sobre el medio ambiente, a su vez. Lo que viene a decir Jared Diamond en libros como Colapso es que el modo en el que el hombre ha gestionado su entorno ha influido en el auge y caída de las civilizaciones. Es soberbio pensar que la civilización humana, como la cultura, son construcciones meramente humanas, edificios levantados en torno a nosotros mismos y nuestra capacidad creativa y organizativa y sin que el medio en el que nos hemos movido haya influido en ello para nada. Somos lo que somos por el sitio en el que hemos vivido y crecido como sociedad. Y querer negarlo en este siglo XXI es una temeridad.


-Recuerdas algún estudio que te haya sorprendido en especial?
Pues mira, recientemente dos y que apuntan en la misma dirección. Ambos tienen que ver con la biodiversidad y las aves, que son áreas que manejo desde mi puesto en comunicación de SEO/BirdLife. Este verano, la revista Nature publicaba un estudio sobre el impacto que los pesticidas neonicotinoides están teniendo sobre la biodiversidad. Científicos holandeses demostraban, usando mediciones de restos químicos en el agua y cotejándolos con los datos sobre poblaciones de aves, que había una relación directa entre la presencia de contaminantes y el descenso de poblaciones de aves comunes como las golondrinas. Son datos muy preocupantes, porque los neonicotinoides están siendo usados de forma masiva en todo el mundo para tratar los cultivos y ya se les había relacionado con la mortandad que están sufriendo las abejas en todos los continentes. Estamos llevando a cabo una contaminación masiva de nuestro entorno y no sabemos qué consecuencias va a tener.

Bueno, quizá sí podemos intuirlo, porque otro reciente estudio muestra advertencias muy preocupantes. Se acaba de publicar un informe sobre cómo han evolucionado las poblaciones de más de 100 especies de aves comunes en toda Europa durante los últimos 30 años. El estudio, que toma datos de 25 países aportados por instituciones científicas como SEO/BirdLife, indica que hay un descenso del 30% de algunas poblaciones de aves muy comunes como gorriones, alondras o golondrinas. Algo le está pasando al campo. Y si le pasa al campo también nos pasa a nosotros.

-"Sólo después de que el último árbol sea cortado, que el último río sea envenenado, que el último pez sea envenenado.. entenderemos que el dinero no se puede comer"
Suscribo punto por punto esta frase que creo que está sacada del discurso del indio Seattle. Desde joven me impresionó ese texto, fue un recorte digamos de cabecera, que tenía en mi mesa de trabajo o en mi carpeta. En realidad, creo que no está claro si aquel indígena norteamericano dijo eso o no. Se dice que es un texto apócrifo. Del mismo modo que parece ser que no hubo ningún sabio griego que dijera eso de que una ardilla podía recorrer España saltando de árbol en árbol. Me da igual, porque en estos casos el discurso del indio o la anécdota de la ardilla funcionan para estimular conciencias. Son un relato o una fábula, y no merece la pena exigirles la veracidad de los hechos periodísticos. Son parábolas que no tienen la necesidad de ser historiográficamente ciertas. Efectivamente, el dinero no se puede comer. Y con dinero no se pueden comprar las cosas que estamos perdiendo, como los bosques milenarios o las especies que habían necesitado millones de años de evolución y que hemos desterrado para siempre de la faz del planeta.

-Recientemente salió un programa antiincendios en los que se utilizaban cabras para comerse el "monte bajo". Es una forma ecológica, práctica, sana de limpiar el bosque, además de crear más puestos de trabajo. Por qué no se potencia más?

Cuanto más avanza el siglo XXI más nos damos cuenta de que necesitamos cosas que eran del siglo XIX. Vamos a tener que redescubrir el pastoreo, la ganadería extensiva y reinventar a los paisanos y los agricultores a medida que nos agolpemos en las ciudades y nos demos cuenta de que necesitamos los productos que ellos generaban y el paisaje que ellos creaban. El territorio español ha cambiado por completo por el abandono de las actividades agropecuarias tradicionales, el éxodo rural y el vaciamiento de los campos. La ocupación del territorio y el uso que se hacía de pastos y montes eran, naturalmente, una potente herramienta de gestión contra incendios. Tan potente, que si se miran fotos de hace 100 años uno se da cuenta de que no podía haber incendios porque prácticamente estaba todo limpiado por el diente del ganado y el hacha del hombre. Pero hemos pasado de un extremo a otro. De un intensivo uso del campo a un abandono total. Arbustos, árboles jóvenes o enormes plantaciones industriales de pinos y eucaliptos abandonadas cubre ahora buena parte de España. No generan apenas riqueza, tampoco tienen un alto valor de biodiversidad y son el abono perfecto para esos grandes incendios que, según las estadísticas, no dejan de aumentar.

- LLevamos 19 atropellos de Lince, el felino más amenazado del mundo( http://www.europapress.es/andalucia/noticia-nuevo-atropello-carretera-carolina-vilches-jaen-eleva-19-linces-muertos-causa-2014-20140919105856.html) . Y eso que la administración ha tomado medidas... ¿Cómo ves tú la situación? ¿Qué más medidas se podrían tomar?

El lince tiene muchos problemas. Hemos ocupado todo el territorio y es normal que con tanta carretera en zona lincera no deje de haber atropellos. Además, hemos alterado mucho el paisaje agropecuario tradicional, el paisaje de zonas abiertas y cerradas, de sierras y áreas de cultivo donde se desenvolvía con relativa soltura. Pero sobre todo tenemos el problema del conejo. El conejo es la base de la dieta del lince y de otras especies emblemáticas de la fauna ibérica como el águila imperial. Y el conejo no levanta cabeza desde hace décadas por el efecto de dos epidemias, la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica vírica. Sin conejo, el lince no puede vivir. Y bien lo saben los encargados del programa de cría y suelta de ejemplares nacidos en cautividad, que lo primero que hacen es restaurar, adecuar y llenar de conejos el terreno donde piensan liberar a los felinos nacidos ex situ. Desde luego, si hay una especie importante en España, esa es el conejo. El conejo debería ser declarado especie de especial interés. Y hace mucho que el Estado debería haber anunciado a bombo y platillo un gran plan de I+D para encontrar una solución al problema, para apoyar como mínimo a los grupos que trabajan en la obtención de una vacuna.


Pedro con los árboles de su terraza

- En Collserola (Barcelona) los jabalíes bajan a comer a los parques, dentro de la ciudad. Incluso la gente hace crecer la problemática dándoles de comer. Hay que erradicarlos de ahí, pero sin embargo al ser zona urbana no se pueden cazar.


Bueno, quizá lo que sobra es la gente de Collserola, y hay que pedirle que no construyan en mitad de un monte cerrado mediterráneo, porque lo más normal es que tengan a los jabalíes como vecinos. O quizá lo que sobran son los jabalíes, y hay que cazarlos porque se están metiendo en "la ciudad", y en la ciudad no nos gusta tener jabalíes Lo que sobra sin ninguna duda es el papanatismo y la falta de perspectiva. El hombre rural ha convivido siempre con el jabalí. Y lo ha mantenido a raya. Si no había más cochinos es precisamente para que no estropearan los cultivos la gente del campo los cazaba. Pero ahora está la cosa un poco caótica. El campo está abandonado y los jabalíes campan a sus anchas. No hay zonas intermedias. Están las ciudades y, fuera de ellas, campos y montes muy dejados de la mano del hombre. Y al mismo tiempo, la ciudad no para de crecer y meterse en esos terrenos baldíos. ¡ Cómo no va a haber jabalies en Collserola ! Y zorros en Londres y alces en Nueva York. Claro, en muchos sitios de Occidente pasa lo mismo.

- Qué opinas de Greenpeace?

Greenpeace ha sido al medio ambiente lo mismo que los Beatles a la música pop. De no haber existido tendríamos que haberla inventado. Nació en los 70 y supo captar y canalizar el incipiente despertar social hacia el medio ambiente. Lo hizo justo cuando la preocupación ambiental eclosionaba, porque fue en esa época donde se hicieron evidentes los impactos que el 'desarrollo humano' estaba causando sobre el planeta. Supo movilizar y despertar conciencias.

-Y de "los verdes"?

Los Verdes han sido una fantástica opción política en Europa que ha renovado el paisaje y ha acelerado la inclusión de los temas ambientales en la agenda de los partidos tradicionales. En España no ha existido esa opción y aunque ahora Equo representa muy dignamente esa visión de la ecología política resulta que no acaba de despegar. Me temo que tiene que ver con la inmadurez de nuestra sociedad, la falta de entrenamiento democrático, la carencia de un extendido sentimiento ambiental entre la población y algún tipo de atavismo innato a los ibéricos que nos hace ser especialmente bárbaros y estar orgullosos de ello.

-Qué podríamos copiar de otros países?

Todo. En primer lugar, dejar de ser el país arboricida que somos. Que los árboles puedan crecer y envejecer sanos en nuestras plazas y caminos. Que la jardinería no se vea como una cosa apta para viejas que ponen geranios en el balcón. Que mirar los pájaros no sea una excentricidad. Que montar en bici no sea un peligro o un delito. Que no hacer ruido sea algo normal. Que el medio ambiente sea un derecho como dice el artículo 45 de la Constitución y no una entelequia. También podríamos tener ciudades bien urbanizadas y no vertederos de casas y personas. Podríamos intentar que ser agricultor o ganadero no fuera visto como algo de rústicos o de segunda categoría. También podríamos tener un verdadero Estado de derecho, democrático y social. Meter en la cárcel a todos los que roban dinero público o se aprovechan de su cargo público para enriquecerse. También podríamos tener un Estado aconfesional donde los obispos y los mulás solo predicaran en sus iglesias y sus mezquitas y no al oído de los políticos. Y podríamos tener una clase política digna y preparada y sometida al control de su gestión. Podríamos tener un empresariado que no se comportara como explotadores medievales. Y un sistema judicial que funcione y que no esté al servicio de los poderosos. Y unos medios de comunicación independientes y que practiquen el periodismo y no la propaganda y el clientelismo. Por último, podríamos tener un país donde la clase poderosa se dedicara a la ciencias o las artes, como ha hecho la nobleza de los países civilizados, y no a la fatua ostentación de muestras de riqueza, al consumismo del lujo y la obscena muestra de incultura con la que nos torturan cada día los nuevos ricos españoles, algunos de los cuales, sentados en consejo de administración o en despachos ministeriales, apenas saben articular una frase completa sin parecer protosimios.

¿Desde el colegio o la familia se descuida el cuidado medioambiental y la ecología?
Pues no sé qué decirte. Desde luego, en el colegio, no. Al menos por mi experiencia, que es la de mis hijos pequeños en un colegio público de Madrid, puedo ver que reciben una educación muy grande en valores ambientales. Desde ahorro de luz y agua, a conceptos sobre reciclaje o la diversidad de fauna y flora que hay en el mundo. Y no se trata sólo de los grandes temas. También de cosas sencillas, la vida misma: en el colegio mis hijos tienen un contacto real con los ciclos naturales del año, porque hay un pequeño huerto escolar, y conocen los productos del campo. Me encanta que justo ahora, en otoño, dediquen una semana a probar en el comedor castañas, avellanas, membrillo, granadas y les expliquen que son frutas de la estación y les digan de dónde proceden. Llevamos una vida tan artificial que me parece estupendo que esas cosas se recuerden en la escuela… por si acaso. Respecto a la familia, cada una lo hará a su manera.

 ¿Algún tema que te preocupe especialmente?
Mira que hay asuntos que me llaman la atención en el medio ambiente. Soy por ejemplo un ávido lector de libros, sobre todo clásicos. Me gusta buscar referencias al entorno en escritores de hace siglos. Y me fascinan sobre todo los relatos de aquellos que llegaron a los territorios que aún estaba vírgenes y relataron cómo eran antes de la explotación humana. John Muir, en EEUU, Arseniev en el extremo asiático, Humboldt en América del Sur o John Hunter en África han dejado relatos magistrales.


Pero si me apuras y me pides algo que me preocupe mucho te voy a decir una que me afecta todos los días y me apena profundamente. Es la falta de cuidado que tenemos con los árboles en España. Soy un apasionado de los bosques, me encantan los árboles, he estado sembrando bellotas y plantando desde chico. No puedo evitarlo. Me fascina el milagro de ver salir un roble desde una semilla. Y no puedo soportar las podas terribles que se practican en España, la nefasta y mal llamada jardinería. En las ciudades, en los caminos, los arcenes y las rotondas sólo se ven muñones de árboles, formas contrahechas, árboles mutilados sin motivo y para nada. Por incultura y porque 'siempre se ha hecho así'. Basta con ir a ciudades de otros países para ver cómo los árboles monumentales engalanan las calles. 


En La Ametlla de mar


¡Hasta aquí la entrevista! ¿Qué os ha parecido? Yo creo que ha sido muy muy interesante con muchas cosas jugosas. 
Una vez más, quiero agradecerle a Pedro su tiempo y dedicación para la entrevista: 
¡Gracias, Pedro!

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Os ha gustado? ¿Ha habido algo que os haya llamado especialmente la atención?
Si queréis que le haga una entrevista a algún profesional o tratar un tema en concreto, decídmelo ;)

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